ENTREVISTA A PEDRO CASALDÀLIGA

imprimir

EL JEFE Y EL CORAZÓN PUEDEN ANDAR MUCHO,
AUNQUE SEA CON BENGALA

Paulo Gabriel

Pere Casaldàliga, 82 años, obispo emérito de la Prelatura de São Félix do Araguaia, MT, misionero claretiano, ha sido 43 años el primer obispo de esta Prelatura.
Hoy, grande y enfermo, suele decir "ahora estoy acariciando la pereza y la esperanza".
Prácticamente no se mueve de São Félix por causa de la enfermedad de Parkinson. Vive recibiendo personas de las más variadas condiciones, creencias e ideologías, leyendo mucho, respondiendo cartas y mensajes, rezando y celebrando con la comunidad.
Siempre acogedor y con buen humor, su presencia sigue animando la "caminhada" de una Iglesia comprometida con las causas mayores de la justicia y de la paz, de la problemática indígena, de las luchas por la tierra, de defensa del medio ambiente y de la solidaridad.

Paulo Gabriel: El día 16 de febrero vas cumplir 82 años. ¿Envejecer, que es? ...

Pere Casaldàliga: En primer lugar, conste que la vejez no es la mejor edad, como se dice un poco frívolamente. Es la última, eso sí. Envejecer puede ser de muchas maneras. Infelizmente también depende en gran parte de la situación social de la persona viejo o vieja (y digo "viejo o vieja", porque me parece más natural). Así para todos y todas envejecer es ir perdiendo energías, flexibilidad, a veces el buen humor, disponibilidad. "Caballo viejo" como digo yo. Un campesino me replicó: "Cavalo velho, pasto novo". Y yo añado: "cerca de casa". Hoy en los dos mundos, el Primer y el Tercer, se vive con frecuencia la vejez en soledad, en la pobreza, incluso con un tratamiento de lujo, pero lejos, que no incomode. Hay muchas residencias de diversas categorías, pero sin calor, en la frialdad, en el olvido real.

Paulo Gabriel: Hace unos 20 años que sufres de Parkinson. Suele decir: "Hermano Parkinson". ¿Qué significa esto?

Pere Casaldàliga: Bueno, a veces el Parkinson, más que hermano, es un primo de lejos. Pero tengo que decir con sinceridad que ante tanta vejez enferma, machacada, mi Parkinson es muy comprensivo. No tengo dolor, no estoy imposibilitado. Ahora bien, evidentemente, se siente el Parkinson como una marejada que se apodera del organismo, de ciertas funciones vitales. A mí, por ejemplo, me gustaba mucho caminar. Ahora estoy limitado en el espacio de la casa y tengo verdadera añoranza de las montañas, de las caminatas, de ciertas encuentros ...
Sería muy ingrato si no reconociera la atención cariñosa con la que me acompaña el pueblo, los compañeros y las compañeras de la comunidad, personas solidarias de Brasil, del mundo. Puedo rezar, leer, atender visitas, ver algunos vídeos, compartir inquietudes y esperanzas. Así, en resumen, mi vejez, para mí, es la mejor edad: ya que no tengo ninguna otra.
Dicen que los viejos, como que no podemos pecar, nos dedicamos a dar consejos. Para mí mismo en primer lugar y para todos y todas, viejos y jóvenes, el desafío es la convivencia, una convivencia en el respeto, en la estimación, en el cariño. Siempre y cada vez más en esta auténtica fe cristiana que es la confianza en el Dios de la Vida, el compartir a diario el Misterio Pascual, la comunión con las grandes causas del Reino, la Iglesia, la Sociedad, y en los diferentes mundos allá . La cabeza y el corazón pueden caminar mucho, aunque sea con bengala.

Paulo Gabriel: Y la muerte ..

Pere Casaldàliga: La muerte es el final de la vida temporal. Es el paso hacia la eternidad, un traspaso pascual. Siempre en la vida. Un gran escritor amigo, Lorenzo Gomis, publicó sus memorias con este título: "Una temporada en la Tierra". Yo digo siempre que nuestra alternativa es: vives mortalmente o ya vives resucitado. La muerte me merece mucho respeto, miedo, me parece que no. Tengo un poema que dice: "... Y llegaré con espanto de ver que caminé toda la vida en la palma de tu Mano".

Paulo Gabriel: El día 24 de marzo se cumple 30 años del martirio de Don Romero. Has escrito un mensaje para esa fecha. ¿Está vivo San Romero de Nuestra América?

Pere Casaldàliga: En Nuestra América y el Mundo. Es un santo universal, los católicos, los evangélicos, e incluso los ateos, por su espiritualidad integral, por su santidad mística y política, por haber dado la vida en su opción por los pobres y para enfrentarse proféticamente los poderosos del dinero, de la prepotencia, de las armas. Él prometió: "Si me matan resucitaré en el pueblo de El Salvador". Está resucitando, siendo pascua en la Pascua, profeta universal.

Paulo Gabriel, padre agustino, hace 15 años que vive en Sao Felix do Araguaia

No hay comentarios:

Publicar un comentario