DECLARACIÓN DE LA ASAMBLEA DE MOVIMIENTOS SOCIALES DE CATALUÑA (FSCat 2010)

Fòrum Social Català
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En el marco del II Foro Social Catalán, los movimientos sociales de Cataluña nos hemos reunido en Barcelona, en unos momentos en que la crisis global capitalista nos golpea con fuerza, generando un aumento del desempleo, la pobreza, las desigualdades y la represión, sin precedentes en las últimas décadas.

Ante esta situación, denunciamos las políticas de los gobiernos y de las instituciones internacionales, encaminadas a apoyar y fortalecer el sistema capitalista y patriarcal, responsable de la crisis, a socializar las pérdidas y aumentar la explotación de la mayoría de las personas y de los pueblos por parte de una minoría que posee el poder económico mundial. Nos negamos a aceptar que los responsables de esta crisis salgan beneficiados, mientras que se consolida un sistema que mercantiliza todos los aspectos de nuestra vida.

Durante este primer semestre de 2010, la UE está presidida por el estado español y se pretende adoptar decisiones importantes, para desarrollar el Tratado de Lisboa. Este Tratado, que mantiene en esencia el contenido de la Constitución europea rechazado por diferentes referéndums, ha sido aprobado sin debate ni conocimiento de la inmensa mayoría de la población europea, demostrando una vez más el carácter antidemocrático del proceso de construcción política de la UE.

Como si nada no hubiera sucedido en este último año, los gobiernos europeos continúan basando el futuro de la UE en las políticas neoliberales y neocoloniales. El Tratado de Lisboa consolida el libre mercado y la competencia como el elemento esencial de la política económica, al mismo tiempo que fuerza la privatización de los servicios públicos y de las pensiones, precariza el trabajo e incrementa la pobreza, favoreciendo la acumulación de la riqueza en manos de una minoría.

Estas políticas consolidan un sistema basado en la explotación de las personas y la naturaleza, que mantiene la injusticia climática, la desigualdad entre hombres y mujeres, niega el acceso a una vivienda digna, alimenta la xenofobia y el racismo, niega los derechos de los pueblos y provoca conflictos y guerras por motivos económicos.

Pero nosotros sabemos que esta crisis ha sido provocada por el sistema capitalista y que no tiene salida desde dentro del propio sistema. Queremos un cambio de sistema, que garantice los derechos y las libertades individuales y colectivas, y que ponga la economía al servicio de las personas, con un modelo productivo destinado a satisfacer las necesidades sociales y respetuoso con la naturaleza. Queremos una democracia económica social y solidaria, bajo el principio de la soberanía alimenticia de los pueblos. Queremos una Cataluña en un mundo sin pobreza ni exclusión, con ocupación estable y salarios dignos, con servicios públicos universales, gratuitos y de calidad, con plena igualdad entre mujeres y hombres, donde el trabajo reproductivo sea compartido por todos y todas, sin discriminación por motivos de nacionalidad, etnia u orientación sexual, sin nucleares ni transgénicos, donde la desmilitarización, la paz y la solidaridad entre los pueblos sea una realidad.

Sabemos que, para conseguir estos objetivos y cambiar las políticas neoliberales de la UE, es necesaria la movilización social. Por eso, hacemos un llamamiento a organizar una amplia movilización contra la Europa del Capital, la Crisis y la Guerra, a lo largo de este semestre durante la presidencia española de la UE. En concreto, llamamos a organizar una importante movilización los días 4, 5, 6 y 7 de junio, durante la cumbre de jefes de estado de la UE y de los países del Mediterráneo, que tendrá lugar en Barcelona. También llamamos a preparar las movilizaciones del 1 de Mayo contra la Europa del Capital, y a dar soporte activo a las convocatorias del 8 de Marzo, Día de las mujeres.

También invitamos a participar en las movilizaciones que se harán en Madrid los días 17 y 18 de mayo, con motivo de la cumbre de jefes de estado UE-América Latina.
Para preparar estas movilizaciones llamamos a participar en la Asamblea que tendrá lugar el próximo día 13 de febrero, a las 10 horas, en el ateneu la torna, calle Sant Pere Màrtir nún. 37 de Barcelona.

Porque no queremos dejar nuestro futuro en las mismas manos de quien nos ha conducido a esta situación, nos tenemos que movilizar.

ENFRENTE DE LA EUROPA DEL CAPITAL, LA CRISIS Y LA GUERRA
DEFENDEREMOS LA EUROPA SOCIAL, DE LOS PUEBLOS Y DE LA PAZ

Barcelona, enero 2010

Otro mundo ya es posible. Fòrum Social Català.


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El FSCat 2010 se celebrará el 30 y 31 de enero en la Universidad de Barcelona.
El Foro Social Catalán 2010 y la Campaña contra la Europa del capital, la crisis y la guerra se presentaron ayer el martes en rueda de prensa delante del edificio de la Borsa de Barcelona. En la rueda de prensa participaron portavoces del FSCat y de la Campaña, así como un representante de la recientemente creada Plataforma contra la subida de las tarifas de los transportes públicos.

El segundo Foro Social Catalán, al que ya se han adherido más de 140 entidades, se celebrará este fin de semana en el edificio histórico de la Universidad de Barcelona con más de un centenar de actividades. Allí participarán múltiples personas, entidades y colectivos que actualmente están trabajando para combatir la crisis cambiante el sistema en su objetivo de construir un mundo justo, solidario, no violento y respetuoso con las necesidades de las personas, los pueblos y el medioambiente.

Antes, sin embargo, el jueves 28 de enero, con motivo de la reunión de los ministros de trabajo de la UE, se celebrará una manifestación unitaria bajo el lema "Contra la Europa de el desempleo y la precariedad, repartimos el trabajo y la riqueza", que partirá de los Jardinets de Gracia y avanzará Paseo de Gracia abajo en dirección a Fomento de Trabajo.


Contra su crisis, nuestras soluciones. Combatimos la crisis cambiando el ¡sistema!


¿E.E.U.U. INVADIENDO HAITÍ (AYITI)?

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La militarización de la ayuda de emergencia a Haití
¿Operación humanitaria o invasión?
Michel Chossudovsky, Global Research.
· Haití tiene una larga historia de intervenciones y ocupaciones militares estadounidenses que data de principios del siglo XX. El intervencionismo estadounidense ha contribuido a la destrucción de la economía nacional de Haití y al empobrecimiento de su población.

· Se ha presentado el devastador terremoto ante la opinión pública mundial como la única causa de la espantosa situación del país.

· Un país ha quedado destruido, toda su infraestructura desaparecida, precipitando a su pueblo a un abismo de pobreza y desesperación.

· Se ha intentado borrar la historia de Haití y su pasado colonial.

· El ejército de EEUU ha venido al rescate de una empobrecida nación. ¿Cuál es su mandato?

· ¿Es una operación humanitaria o una invasión?

Los principales actores de la “operación humanitaria” de EEUU son el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa y la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés). (Véanse Discursos de USAID. On-The-Record Briefing on the Situation in Haiti , 13 de enero de 2010). A la USAID se le ha encomendado también canalizar la ayuda alimentaria hacia Hait í que distribuye el Programa Alimentario Mundial. (Véase el comunicado de prensa de USAID: USAID to Provide Emergency Food Aid for Haiti Earthquake Victims , 13 de enero de 2010).

Sin embargo, el componente militar de la misión estadounidense tiende a eclipsar las funciones civiles de rescatar a una población desesperada y empobrecida. No son las agencias gubernamentales civiles, como FEMA o USAID quienes están dirigiendo a operación humanitaria global, sino el Pentágono. Y la decisión de llevarla a cabo ha recaído en el Comando Sur de EEUU (SOUTHCOM, por sus siglas en inglés).

Se está contemplando un despliegue masivo de personal militar. El Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, el Almirante Mike Mullen, ha confirmado que EEUU enviará de nueve a diez mil soldados a Haití, incluyendo 2.000 marines (American Forces Press Service, 14 enero 2010).

El portaaviones USS Carl Vinson y sus buques de apoyo han llegado ya a Puerto Príncipe (15 enero 2010). La Unidad Anfibia de la Marina, con 2.000 efectivos, así como los soldados de la 82 División Aerotransportada del Ejército de EEUU “están entrenados en una amplia variedad de misiones, entre las que se incluyen las de seguridad y control de disturbios, además de tareas humanitarias”.

A diferencia de los equipos de rescate y ayuda enviados por varios equipos y organizaciones civiles, el mandato humanitario del ejército de EEUU no está claramente definido.

“En definitiva, los marines son ante todo guerreros, y eso es lo que el mundo sabe de ellos… [pero] somos igualmente compasivos cuando tenemos que serlo, y ese es un papel que nos gustaría desempeñar: el de guerreros compasivos que llegan con la mano extendida para ayudar a quien lo necesite. Estamos entusiasmados con esta misión”. (Portavoz de los marines, comunicado de prensa de las fuerzas armadas: “ Marines Embark on Haiti Response Misión ”, 14 de enero de 2010).

Mientras los presidentes Obama y Préval hablan por teléfono, no se ofreció información alguna en cuanto a que los dos gobierno s estuvieran negociando la entrada y despliegue de tropas estadounidenses sobre suelo haitiano. Washington adoptó e impuso unilateralmente las decisiones. La ausencia total de un gobierno en funciones en Haití se utilizó para legitimar, a partir de motivos humanitarios, el envío de una poderosa fuerza militar, que ha asumido de facto diversas funciones gubernamentales.

Cuadro 1

Unidades militares estadounidenses que se enviarán a Haití (según pronunciamientos oficiales)

El buque de asalto anfibio USS Bataan (LHD 5) y los barcos de desembarco muelles anfibios USS Fort McHenry (LSD 43) y USS Carter Hall (LSD 50)

Una Unidad Anfibia de la Marina con 2000 soldados de la 22ª Unidad Expedicionaria de la Marina , y soldados de la 82 División Aerotransportada del Ejército de EEUU . Se esperaba que llegaran a Haití el 15 de enero 900 soldados.

El portaaviones USS Carl Vinson y sus buques de apoyo (llegaron a Puerto Príncipe el 15 de enero de 2010): USS Carl Vinson CVN 70 .


Varios navíos y helicópteros de los Guardacostas de EEUU


Los tres buques anfibios se unirán al portaaviones USS Carl Vinson, al crucero de misiles USS Normandy y a la fragata de misiles guiados USS Underwood .


Papel protagonista del Comando Sur de EEUU

El Comando Sur de EEUU (SOUTHCOM), que tiene su base en Miami es la “agencia principal” en Haiti. Su mandato como mando militar regional es el de llevar a cabo tar e as de guerra moderna. La misión que tiene asignada en Latinoamérica y en el Caribe es la de “dirigir operaciones militares y promover la cooperación en el terreno de la seguridad para conseguir los objetivos estratégicos de EEUU”. (“ Our Misión – U.S. Southern Command (USSCOUTHCOM ). Los oficiales al mando están entrenados para supervisar los escenarios de las operaciones, las labores de policía militar así como de “contrainsurgencia” en Latinoamérica y en el Caribe, inclu yendo el reciente establecimiento de nuevas bases militares de EEUU en Colombia, muy próximas a la frontera venezolana.

El General Douglas Fraser, comandante del Comando Sur de EEUU ha definido la operación de emergencia de Haití como una operación de [Co] mando, Control y Comunicaciones (C3). El Comando Sur de EEUU tiene que supervisar el despliegue masivo de todo el conglomerado bélico, incluidos varios buques de guerra, un portaaviones, divisiones de combate aerotransportadas, etc.:

“Por tanto, tenemos que desarrollar allí tareas de [co]mando, control y comunicaciones para que podamos conseguir entender mejor lo que está ocurriendo. Como los cuarteles de la MINUSHTAH (siglas en inglés de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití), están parcialmente destruidos y han perdido gran parte de sus comunicaciones, tenemos también que ocuparnos de recuperar esa s comunicaciones .

Estamos enviando equipos de valoración conjuntamente con USAID, apoyando sus esfuerzos, poniendo todo lo que esté de nuestra parte.

Estamos enviando allí a varios de los buques que teníamos en la región –son buques pequeños, guardacostas, destructores- para proporcionar toda la asistencia inmediata que podamos sobre el terreno.

Tenemos también un portaaviones de la Marina de EEUU, el USS Carl Vinson, navegando en esa dirección. Se encontraba en el mar de Norfolk, por eso le va a llevar un par de días llegar allí. Sólo necesitamos reabastecerlo y darle las provisiones que necesita para apoyar el esfuerzo de cara a Haití. Y después estamos contactando con las agencias internacionales para averiguar cómo podemos apoyar sus esfuerzos así como desplegar los nuestros.

También enviaremos un buque anfibio dotado de una gran cubierta, con una Unidad Expedicionaria de la Marina embarcada en él, que en un par de días estará detrás del USS Vinson.

Y eso nos da un amplio margen de capacidad para desplazar y aumentar los suministros para poder apoyar también los esfuerzos allí.

Sea cual sea el balance, no tenemos aún una valoración clara de cómo está la situación sobre el terreno, de cuáles son las necesidades en Puerto Príncipe, de cuál es el alcance de la situación.

Tenemos también, finalmente, un equipo que se dirige al aeropuerto. Mi comandante adjunto resulta que estaba en Haití cuando se produjo el terremoto, en una visita previamente fijada y ha estado en el aeropuerto. Dice que las pistas están operativas pero que la torre de control no tiene capacidad de comunicación. La terminal de pasajeros tiene daños estructurales, por eso no sabemos cómo está exactamente la situación.

Así que tenemos un grupo que va para allá para asegurar que podemos conseguir y asegurar el aeródromo y operar desde él, porque ese es uno de los lugares desde donde vamos a tener que hacer gran parte de los esfuerzos inmediatos a nivel internacional.

Y luego vamos a llevar a cabo todas las valoraciones que se consideren oportunas a medida que avancemos en los esfuerzos y en el trabajo.

También nos estamos coordinando sobre el terreno con la MINUSTAH, con la gente que está allí. El comandante de la MINUSTAH estaba en Miami cuando sobrevino esta situación, por eso justo ahora está regresando y en cualquier momento estará en Puerto Príncipe. Eso nos ayudará también a coordinar nuestros esfuerzos allí, porque es obvio que Naciones Unidas ha sufrido pérdidas importantes con el colapso al menos parcial de su sede.

Así que esos son los esfuerzos iniciales que tenemos en marcha. Y cuando hayamos hecho la valoración precisa, haremos los ajustes que sean necesarios.

El Secretario de Defensa, el Presidente, todos han dispuesto que este es un esfuerzo importante y estamos reuniendo todos los recursos del Departamento de Defensa para apoyar est e esfuerzo”. ( Defense.gov News Transcript: DOD News Briefing with Gen. Fraser from the Pentagon , 13 de enero de 2010).

Un informe de la Fundación Heritage resume el contenido de la misión de Estados Unidos en Haití: “ Para EEUU, el terremoto tiene implicaciones tanto humanitarias como de seguridad nacional, lo que requiere una respuesta rápida que no sólo tiene que ser audaz sino también decisiva, movilizando las capacidades civiles, del ejército y del gobierno tanto para el rescate a corto plazo y los esfuerzos de socorrer a las víctimas como para un programa de recuperación y reformas a largo plazo en Haití”. (James M. Roberts and Ray Walter: “ American Leadership Necessary to Assist Haiti After Devastating Earthquake ” , Fundación Heritage, 14 de enero de 2010).

Al principio, la misión militar se ocupará de la ayuda de emergencia, así como de actividades de policía y seguridad pública.

La Fuerza Aérea de EEUU controla el aeropuerto

La Fuerza Aérea de EEUU ha asumido las funciones de control del tráfico aéreo así como la gestión del aeropuerto de Puerto Príncipe. Es decir, el ejército estadounidense regula el flujo de la ayuda y suministros de emergencia que llegan al país en aviones civiles. La Fuerza Aérea de EEUU no trabaja bajo las órdenes o instrucciones de los funcionarios del aeropuerto de Haití. Esos funcionarios han sido desplazados. El aeropuerto está controlado por el ejército estadounidense (Entrevista con el Embajador haitiano ante EEUU R. Joseph, PBS News, 15 de enero de 2010).

El equipo de las Fuerzas Armadas está trabajando con los controladores de combate del Departamento de Defensa para mejorar el flujo del tráfico aéreo que entra y sale del aeropuerto. La Fuerza Aérea de EEUU volvió a abrir el aeropuerto el 14 de enero, y el 15 de ene ro su grupo de respuesta ante las emergencias había conseguido ya hacerse con la autoridad suprema del aeródromo… La autoridad suprema del aeródromo posibilita que la Fuerza Aérea priorice, programe y controle el espacio aéreo en el aeropuerto…” ( flightglobal.com , 16 de enero de 2010 , negrita añadida ).

Se ha enviado a Haití al buque hospital de la Marina de EEUU, con 1.000 camas, el USNS Comfort, que incluye más de 1.000 médicos y personal de apoyo, bajo la jurisdicción del Comando Sur (Véase: “ Navy hospital ship with 1,000 beds readies for Haiti quake relief ” , Digital Journal, 14 de enero de 1010) . En el momento en el que se produjo el terremoto, había allí alrededor de 7.100 efectivos militares y unos 2.000 policías, es decir, una fuerza extranjera de 9.000 efectivos frente a la cifra de menos de 500 miembros civiles internacionales de la MINUSTAH. MINUSTAH Hechos y Cifras – Misión de Estabilizaci ón de las Naciones Unidas en Haiti .

CUADRO 2

Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH)


Fuerzas actuales (30 de noviembre de 2009)


Total personal uniformado: 9.065

7.031 soldados

2.034 policías

488 personal civil internacional

1.212 equipo civil local

212 voluntarios de Naciones Unidas

Fuerzas estimadas combinando el SOUTHCOM y la MINUSTAH: 19.095 (excluyendo las comprometidas por Francia –sin confirmar-, y Canadá -confirmados 800 soldados-. EEUU, Francia y Canadá fueron “socios” en el golpe de Estado del 29 de febrero de 2004).

Haití lleva bajo ocupación militar extranjera desde que EEUU instigó el golpe de Estado de febrero de 2004. El contingente de las fuerzas estadounidenses bajo el SOUTHCOM, combinado con la MINUSTAH supone una presencia militar extranjera en Haití cerca de los 20.000 soldados, en un país de nueve millones de personas. En comparación con Afganistán, antes del incremento militar de Obama, las fuerzas combinadas de EEUU y de la OTAN eran del orden de 70.000 para una población de 28 millones. Es decir, partiendo de un cálculo per c á pita , habrá más tropas en Haití que en Afganistán.

Recientes intervenciones del ejército estadounidense en Haití

En la historia reciente de Haití, ha habido varias intervenciones militares patrocinadas por EEUU. En 1994, tras tres años de gobierno militar, se envió a Haití una fuerza de 20.000 soldados ocupantes y “fuerzas de paz”. La intervención del ejército estadounidense en 1994 “no tenía intención alguna de restaurar la democracia. Muy al contrario: se produjo para impedir una insurrección popular contra la Junta mi li tar y sus cohortes neoliberales”. (Michel Chossudovsky, The Destabiliza tion of Haiti, Global Research, 28 de febrero de 2004 ) .

Las tropas aliadas y estadounidenses permanecieron en el pa ís hasta 1999. Las fuerzas armadas haitianas se deshicieron y el Departamento de Estado de EEUU alquiló a DynCorp una compañía mercenaria para que proporcionara “asesoramiento técnico” para reestructurar la Policía Nacional haitiana. (Ibid).

El golpe de Estado de febrero de 2004

En los meses anteriores al golpe de Estado de 2004, las fuerzas especiales estadounidenses y la CIA estuvieron entrenando a escuadrones de la muerte compuestos por los antiguos tonton-macoute de la era Duvalier. El ejército paramilitar rebelde cruzó la frontera desde la República Dominicana a primeros de febrero de 2004. “Era una unidad paramilitar bien armada, entrenada y equipada integrada por antiguos miembros de Le Front pour l’avancement et le progrès d’Haiti (FRAP, por sus siglas en francés), los escuadrones de la muerte de “paisano”, implicados en matanzas masivas de civiles y asesinatos políticos durante el golpe militar patrocinado por la CIA en 1991, que provocaron el derrocamiento del gobierno democráticamente elegido del Presidente Jean Bertrand Aristide”. (Véase Michel Chossudovsky: The Destabilization of Haiti: Global Research. 28 de febrero de 2004 ) .

Se enviaron tropas extranjeras a Haití . Se estableció la MINUSTAH tras el golpe de Estado patrocinado por EEUU en febrero de 2004 , y se secuestró y deportó al Presidente Jean Bertrand Aristide. EEUU instigó el golpe con el apoyo de Francia y Canadá.

Posteriormente, las unidades del FRAPH integraron la fuerza policial del país, que estaba bajo la supervisión de la MINUSTAH. En el caos político y social creado por el terremoto, la antigua milicia armada y los tonton-macoute jugarán un nuevo papel.

Agenda oculta

La misión tácita del Comando Sur de EEUU (SOUTHCOM) , con cuarteles en Miami e instalaciones militares por toda América Latina, es asegurar el mantenimiento de regímenes nacionales serviles, es decir, de gobiernos - títere de EEUU, comprometidos con el Consensus de Washington y con la agenda política neoliberal. Aunque el personal del ejército estadounidense se implicará activamente desde el principio en la ayuda de emergencia, esta renovada presencia militar estadounidense en Haití se utilizará para establecer un a firme presencia en el país así como para perseguir los objetivos geopolíticos y estratégicos de EEUU en la cuenca caribeña, en gran medida dirigidos contra Cuba y Venezuela.

El objetivo no tiene nada que ver con trabajar para rehabilitar el gobierno nacional, la presidencia, el parlamento, todo lo que ha quedado diezmado por el terremoto. Desde la caída de la dictadura de Duvalier, el designio de EEUU ha sido ir gradualmente desmantelando el Estado haitiano, restaurar los modelos coloniales y obstruir el funcionamiento de un gobierno democrático. En el contexto actual, el objetivo no sólo trata de liquidar al gobierno sino también cambiar el mandato de la MINUSTAH, cuyos cuarteles han quedado destruidos.

“El papel de ponerse al frente de los esfuerzos para la ayuda y gestionar la crisis cayeron rápidamente sobre EEUU, a falta –al menos en el corto plazo- de cualquier otra entidad capaz de hacerlo”. (“ US Takes Charge in Haiti With Troops, Rescue Aid ”, NYT imes.com, 14 de enero de 2009).

Antes del terremoto había allí, según fuentes del ejército estadounidense, alrededor de veinte efectivos de EEUU. De un día para otro ha sobrevenido un descarado incremento militar: 10.000 soldados, marines, fuerzas especiales, operativos de inteligencia, etc., por no mencionar las fuerzas mercenarias privadas contratadas por el Pentágono.

Es absolutamente probable que la operación humanitaria se utilice como pretexto y justificación para establecer una presencia militar estadounidense más permanente en Haití.

Estamos viendo un despliegue masivo, un “incremento” de personal militar dedicado a la ayuda de emergencia.

La primera misión del SOUTHCOM será asumir el control de lo que quede de la infraestructura de las comunicaciones, transporte y energía. El aeropuerto está ya de hecho bajo el control de EEUU. Con toda probabilidad, las actividades de la MINUSTAH que desde el principio, desde 2004, han servido a los intereses de la política exterior de EEUU, a saber, la misión de Naciones Unidas, se pondrá de facto bajo el control del ejército estadounidense.

La militarización de las organizaciones de ayuda de la sociedad civil

El ejército estadounidense en Haití trata de supervisar las actividades de las organizaciones humanitarias autorizadas. También parece estar invadiendo las actividades humanitarias de Venezuela y Cuba:

“El gobierno del Presidente René Préval es débil y está ahora literalmente inmerso en el caos más absoluto. Es probable que Cuba y Venezuela, que ya han intentado minimizar la influencia de EEUU en la región, aprovechen esta oportunidad para elevar su perfil y su influencia…” (James M. Roberts y Ray Walser: “ American Leadership Necessary to Assit Haití After Devastating Earthquake ”, Fundación Hermitage, 14 de enero de 2010).

En EEUU se instigó ya durante la crisis del Katrina la militarización de las operaciones de ayuda en situaciones de emergencia cuando se llamó al ejército estadounidense a desempeñar un papel principal.

El modelo de intervención de emergencia para el SOUTHCOM toma como modelo el papel del NORTHCOM, a quien se concedió un mandato como “agencia principal” en los procedimientos para situaciones de emergencia internas de EEUU.

En 2005, durante el huracán Rita, se establecieron unas bases detalladas para la “militarización de la ayuda de emergencia” que implicaba un papel dirigente para el NORTHCOM. A este respecto, Bush había insinuado acerca del papel central del ejército en la ayuda de emergencia: “¿Hay algún desastre natural –de una cierta gravedad- que permitiera que el Departamento de Defensa se convierta en la agencia principal para coordinar y dirigir los esfuerzos de respuesta? Es muy importante que el Congreso piense en ello”. (Declaración del Presidente Bush en una conferencia de prensa: “ Bush Urges Shift in Relief Responsabilities ”, Washington Post, 26 de septiembre de 2005).

“La respuesta al desastre nacional no se está coordinando por el gobierno civil fuera de Texas, sino desde un lugar remoto y de acuerdo con criterios militares. Los cuarteles del Comando Norte de EEUU controlarán directamente el movimiento del personal militar y armamento en el Golfo de Mexico. Pero en este caso, toda la operación está más bajo la jurisdicción del ejército que bajo la del FEMA ”. (Michel Chossudovsky, “ US Northern Command and Hurricane Rita ”, Global Research, 24 de septiembre de 2005).

CONCLUSIONES

· Haití es un país bajo ocupación militar desde que EEUU instigó el golpe de Estado de febrero de 2004.

· La entrada de diez mil soldados estadounidenses fuertemente armados, junto con las actividades de las milicias locales, podría precipitar al país al caos social.

· Esas fuerzas extranjeras han entrado en el país para reforzar a los “mantenedores de la paz” de la MINUSTAH y a las fuerzas policiales de Haití (integradas por ex tonton-macoute ), quienes, desde 2004, han sido responsables todos ellos de los crímenes de guerra perpetrados contra el pueblo haitiano, incluida la matanza indiscriminada de civiles .

· Esas tropas reforzarán a las actuales fuerzas ocupantes bajo mandato de Naciones Unidas.

· En el país habrá presentes 20.000 soldados extranjeros bajo el mando del SOUTHCOM y de la MINUSTAH. Es absolutamente probable que se produzca la integración o coordinación de las estructuras de m ando del SOUTHCOM y la MINUSTAH.

· El pueblo haitiano ha demostrado un alto grado de solidaridad, coraje y compromiso social, ayudándose unos a otros y actuando con conciencia: bajo condiciones muy difíciles, inmediatamente después del desastre, se formaron espontáneamente equipos de rescate formados por ciudadanos.

· La militarización de las operaciones de ayuda debilitará las capacidades organizativas de los haitianos para reconstruir y restaurar las instituciones del gobierno civil que han resultado destruidas. También impedirá los esfuerzos de los equipos médicos internacionales y de las organizaciones civiles de ayuda.

· Es absolutamente esencial que el pueblo haitiano siga oponiéndose contundentemente a la presencia de tropas extranjeras en su país, especialmente en las operaciones de seguridad pública.

· Es fundamental que los estadounidenses se opongan con todas sus fuerzas a la decisión de la administración Obama de enviar tropas de combate de EEUU a Haití.

· No puede haber verdadera reconstrucción o desarrollo bajo una ocupación militar extranjera.

HAITÍ: Que no llueva. Haití, un país sin perdón, clama frente a nosotros.


HAITÍ: Que no llueva.

¡Por el amor de Dios!
¡Por el amor de Ayiti!
Ojalá que se frisen las nubes (Ayiti, 16-1-2010).
Julín, Casa del Caribe Solidaria.


1- ESPECTRO de PANDEMIA EPIDEMICA. En lo mismo, no se trata ni de más- ni de menos→ ahora, con Ayiti, lo mismo es lo único→. Si rehuimos a la seria responsabilidad de ejercer la justa solidaridad, la parte haitiana del Cosmos redesploma en rebeliones ecológicas, y entonces, podría ser tarde→pretender recuperar y reconstruir…

2- LA CRÍTICA SITUACIÓN DE INSALUBRIDAD. Desde el jueves 15-1-2010 ya empezaba a olerse el hedor de los cadáveres en descomposición. En la catástrofe (agosto-septiembre 2008) aproximadamente unos 300 mil niños-as quedaron expuestos-as a brotes de epidemias casi incontrolables (zona de Gonaïves y otras áreas). Para Puerto Príncipe-Capital habría que calcular que están corriendo peligro epidémico y de tétano unos 600 mil. Esta indefensa población infantil, mayoritariamente, son los hijos y las hijas de padres y madres campesinos-as que se desviven –sobreviviendo indignamente- pretendiendo asegurar cierto futuro para sus hijos-as cuando lo envían a estudiar y trabajar a la capital nacional. Ya insalubres en sus campos, ahora, con la catástrofe, duplican la insalubridad en suburbios carentes y golpeados con la tierra removida-repleta de bacterias contaminantes (hablamos de un espectro pandémico de epidemia-no sólo para los niños y niñas→también para adultos y adultas).

3- EL ÉXODO AL REVÉS. La catástrofe ha generado un fenómeno –por el momento- desatendido►el Éxodo forzado de la población a los campos del interior. Ciertamente que no se puede dar tregua a los trabajos de rescate y asistencia en los cordones humanos golpeados por el Terremoto (Puerto Príncipe), ahora bien, quiero llamar la atención sobre el Éxodo al revés: desde el martes 13-1-2010 la cantidad de gente que empezaba a dejar la ciudad capital es numerosa y nadie, en términos de acogidas y atenciones, trata este fenómeno (hoy 17-1-2010 se acerca a la casa un migrante haitiano a comunicar que en su zona de origen→Thiotte→Sureste de Ayiti= ya habían llegado unos 25 mil desplazado-víctima del Terremoto). Nos preguntamos: ¿que pasará con estos éxodos desde un Puerto Príncipe catastrófico a zonas desprovistas de infraestructura elemental y que no disponen de posibilidades para acoger y atender cadáveres, heridos-as, mutilados-as y gente traumatizada por los golpes del Terremoto? ¿Quién toma la responsabilidad de los contingentes que se precisan para asentar, reubicar, alimentar y dar asistencia sanitaria-médica a esta gente indefensa y golpeada? (Estamos hablando –no solamente de Thiotte- este fenómeno de Éxodo forzado se extiende a todo el país).

4- REUBICACIÓN Y ATENCIÓN A LOS REFUGIOS MASIVOS. La mayoría de éstos están –improvisadamente- instalados en predios de solares desprovistos de las condiciones básicas sanitarias ¿Ustedes pueden imaginar centros masivos (algunos pueden tener hasta 6 mil y más) donde se defecan, se hace pipí y se bañan sin higiene alguna? ¿Qué pasará al reproducirse la insalubridad en un ambiente sedimentado por microbios, bacterias, el polvo y la tierra removida de la catástrofe?. ¡Carajo! ¿Vamos a dejar que Ayiti siga profundizando su abismo catastrófico?.

5- SU TIEMPO ¿APOCALIPTICO?. La gente está durmiendo a la intemperie en las calles, a veces en condiciones peores que los perros, con el temor de las sucesivas replicas, deambulan con el rostro angustiado-lagrimeando y gritando por sus deudos cadáveres, están improvisando hoyos y enterrando sus familiares muertos al lado de las aceras de las calles (¿a donde llegará todo este mar de llanto?). La catástrofe (12-1-2010) plantea un desafío humano que podría expresarse sintéticamente de la siguiente manera:

 De 1957 a 1986→ Ayiti, con la agonía de las catástrofes, sufre dolores crueles que no han cicatrizado (29 años de catástrofe socioeconómica-sociopolítica y ecodegradante).

 De 1986 a 2010→ Ayiti, sobreagonizando de las catástrofes, resiste el sufrimiento hasta el desplome que agudiza sus heridas (12-1-2010→hacia las 4:45 pm. hora haitiana►la Tierra habló para dejar al Mundo desnudo denunciando y desemcubriendo los cómplices históricos de esta catástrofe=el Terremoto le ha quitado la sabana al paciente crónico del sufrimiento acumulado y generado por los países que degradan pretendiendo controlar la rebelión ecológica).

 De 2010 en adelante→ ¿El país podrá sobrevivir y recuperarse para reconstruirse?.

PRENOTANDOS (¿Apocalípticos?).

* En esta hora de tragedia dolorosa, con el fango indigno, tener en cuenta que Ayiti es un pueblo de dignidad.

* En este tiempo proapocalíptico –con Ayiti- el Resto Continental y Extracontinental→ obviando lo mismo, que es lo único, queda mal avergonzado ante la grave responsabilidad histórica que hasta ahora ha soslayado: es inmoral manipular, geopolíticamente, los impactos dañinos de las catástrofe→pretendiendo sostener lo insostenible, es inmoral retroalimentar crisis tras crisis para rejustificar la ya clásica “ayuda humanitaria mesiánica”. Y lo peor de lo inmoral: es pecado imperdonable crear arcas en nombre del dolor social catastrófico.

* Lo de apocalíptico→ ¿A que viene? Ayiti colapsa, o sea, desploma su infraestructura física, tiembla el suelo geográfico, se quiebra la capital→ como si el derrumbe fuera un final…. Mientras tanto, la ONU, la Minustah, los organismos internacionales (abundantes en un país tan pequeño) no plantean que ya han acumulado el suficiente tiempo de su Colapso►IMPOSIBLE LA RECUPERACIÓN ENTRE COLAPSOS.

P.S. seguro que se desean datos estadísticos del desastre catastrófico. Les comparto al respecto que (en reciente declaración- el Secretario Gral. De la ONU del UNO= EE.UU. ha expresado lo difícil de cuantificar el impacto de la catástrofe y lo complejo de ofrecer datos estadísticos de los efectos negativos…). Por otro lado, quiero notificar que →en Ayiti, sólo llover, provoca deterioro en proporciones de daños considerables, imagínense, con Catástrofe, las complicaciones que ésta genera…

Mañana 18-1-2010, convocada por el Presidente dominicano, tendrá lugar una reunión preparatoria para la Cumbre Mundial (Post-Sismo→Haití), en Santo Domingo- Capital de Rep. Dominicana: Ojalá salga algo definitivamente fructífero para Ayiti Cheri.

No se trata de urgencia por emergencia.
Se trata de solidaridad por justicia.


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Haití, un país sin perdón, clama frente a nosotros

Chris Floyd, Empire Burlesque


I.-
La ruina política y económica de Haití, implacablemente mantenida y deliberadamente infligida, tiene mucho que ver con la avalancha de muerte y devastación que el país sufre ahora tras el terremoto. También va a imposibilitar enormemente cualquier posible recuperación de este desastre natural. Como se detalla a continuación, las rapaces políticas económicas de Washington han destruido todos los intentos de construir una economía sostenible en Haití, ahuyentando a la gente de la tierra y de las comunidades pequeñas hacia las atestadas, peligrosas e insalubres villas miseria, donde intentan mantener a duras penas una mísera existencia trabajando en las fábricas de trabajo esclavista propiedad de las elites occidentales y de sus compinches locales. Todos los intentos de cambiar una sociedad manifiestamente injusta han sido aplastados sin piedad por la mano directa o colateral de las elites occidentales.

¿El resultado? Millones de personas –debilitadas por el hambre, las privaciones, la desnutrición, la enfermedad- viviendo apiñadas en infraviviendas. El país carece de la necesaria infraestructura civil, financiera y física para poder llevar una vida decente en situación de normalidad, para proporcionar una asistencia adecuada y un marco firme de reconstrucción cuando los desastres sobrevienen. Incluso un terremoto mucho más suave que el que golpeó Haití esta semana habría creado una situación desmesurada de sufrimiento innecesario en una nación que ha sido tan despiadada y deliberadamente estrangulada como ésta.

Con el huracán Katrina vimos cuán cruel e injustamente reaccionaron las elites estadounidenses ante la destrucción de una de sus propias ciudades. Políticamente bien conectados, los millonarios de Mississipi consiguieron una pronta y copiosa asistencia, mientras que muchos nativos de Nueva Orleáns aún siguen convertidos en refugiados, dispersos por todo el país tras las inundaciones. Y esto en una nación en la que las infraestructuras –aunque en veloz proceso de degradación a causa de la corrupción, la avaricia y militarismo- son aún fuertes. ¿Qué esperanza puede entonces tener Haití?

Sí, ahora se producirá una inmediata y gran afluencia de ayuda, como siempre que sucede algún desastre espectacular. Desde luego que esto es loable y yo animo a cualquiera que quiera contribuir con todo lo que pueda a esos esfuerzos. Pero a menos que haya un cambio radical en la política estadounidense, a menos que se ponga fin definitivamente a la maldición lanzada sobre Haití –no por Dios, ni por el diablo, sino por los duros corazones de las elites que perpetúan fielmente las crueles tradiciones de sus predecesores-, entonces todo este flujo de solidaridad y atención pronto dará paso de nuevo, como siempre ha pasado, al cruel desprecio, a la brutal represión y a la explotación inhumana.

El relato de esas crueles tradiciones –y la “continuidad” con las mismas que Obama ha demostrado ya- no augura precisamente tal cambio. Pero como ese hombre sabio, Edsel Floyd, dice siempre, vivimos en la esperanza y morimos en el desespero. Y esa esperanza es un valor que debemos conservar en la cartera de Haití y seguir trabajando por ella.

Al mismo tiempo, la esperanza no puede cegarnos; es preciso conocer la dura realidad para saber cómo poder cambiarla. Por eso, echemos una extensa y firme ojeada.

II.-
Pocas horas después de que se produjera el terremoto, el tele-evangelista Pat Roberson ya estaba en el aire declamando ante sus millones de televidentes que la razón de que Haití hubiera sido golpeada por ese desastre –y lleva ya doscientos años sufriendo intensamente- se debe a que los “¡haitianos hicieron un pacto con el diablo!” para ganar su libertad de sus soberanos coloniales franceses a principios de 1800.

Y mientras nos llegan tales vomitivas manifestaciones de ese seboso, políticamente bien conectado y virulentamente extremista mullah (que una vez fue adecuadamente descrito como “mimado dictador, mercader de diamantes sangrientos, anti-judío y shiller batido”, esta vez puede encontrarse una pequeña mota de verdad en la masa salpicada de vómitos de Robertson. Los haitianos llevan en efecto doscientos años malditos, y sí, la maldición se retrotrae hasta su liberación. Pero pese a Robertson, el origen de esa maldición no es metafísico. Como señalé en un artículo escrito en 2004:

Hace exactamente doscientos años, los esclavos haitianos derrocaron a sus amos franceses, la primera revolución esclavista nacional con éxito en la historia. Lo que Espartaco soñó lograr, los esclavos haitianos lo consiguieron. Fue un logro enorme, y el Occidente blanco no se lo ha perdonado nunca.

Para ganarse el reconocimiento internacional, el nuevo país, Haití, se vio obligado a pagar “reparaciones” a los dueños de los esclavos, una aplastante carga de deuda que todavía estaba pagando a finales del siglo XIX. Estados Unidos, que se negó a reconocer al país durante más de sesenta años, invadió Haití en 1915, fundamentalmente para abrirlo a “la propiedad extranjera de los asuntos locales”. Después de diecinueve años de ocupación, los estadounidenses respaldaron una serie de sangrientas dictaduras para proteger a esos “propietarios extranjeros”. Y eso mismo siguen haciendo.

Así es, en efecto. El artículo de 2004 detallaba el largo y último aplastamiento bipartidista contra Haiti, que culminó en un golpe orquestado por la Administración Bush, la segunda vez en la que un presidente de EEUU llamado George Bush derrocaba del poder al democráticamente elegido Presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide. Merece la pena repetir ahora ese relato:

Aunque quiso representarse el golpe de estado de Haití como un levantamiento irreprimible del descontento popular, fue desde luego el resultado de años de duro trabajo de los dedicados corruptores de la democracia de Bush, como informa William Bowles en Information Clearinghouse. Los hombres del saco de Bush financiaron la oposición política al Presidente Jean-Bertrand Aristide enviando armas de contrabando a los señores de la guerra haitianos exiliados y estrangulando al país de forma inmisericorde, cortando la ayuda estructural y financiera largamente prometida a una de las naciones más pobres de la tierra haciendo que los precios de los alimentos se dispararan, el desempleo subiera al 70% y el desbaratado gobierno perdiera el control de la sociedad ante las bandas armadas de criminales, de fanáticos y de meros desesperados. Mientras tanto, Haití se vio obligada a pagar dos millones de dólares al mes de las deudas acumuladas por las sangrientas dictaduras (apoyadas por EEUU) que habían gobernado la isla desde que el ejército estadounidense la ocupó de 1915 a 1934.

La ostensible razón del letal aplastamiento perpetrado por Bush fueron las disputadas elecciones celebradas en Haití en 2000. Esas votaciones, que fueron tan sólo las terceras elecciones libres de la nación en 200 años, se vieron deslucidas por informes de irregularidades, aunque no fueran ni por asomo parecidas ni tan mayúsculas como las bien documentadas barrabasadas que vieron como en EEUU se nombraba ese mismo año presidente al segundo aspirante para la Casa Blanca. No había duda de que Aristide y su partido habían recibido una abrumadora mayoría de votos legítimos; sin embargo, de los 7.500 colegios electorales examinados, los observadores electorales encontraron que parecían poco fiables los resultados en siete de los escaños al senado.

¿Qué fue lo que ocurrió? Que los siete senadores disputados dimitieron. Se convocaron nuevas elecciones para esos escaños, pero la oposición –dos facciones elitistas financiadas por las maquinarias subversivas favoritas de Washington, el orwelliano “National Endowment for Democracy” y el “International Republican Institute”- se negaron a participar. El gobierno fracasó porque no se pudo convocar la legislatura. Cuando entró Bush, se dedicó a apretar aún más las tuercas del bloqueo internacional sobre la isla, insistiendo en que no liberaría los 500 millones de dólares de ayuda que desesperadamente necesitaba hasta que la oposición participara en nuevas elecciones, mientras que a la vez pagaban a la oposición para que no participase.

El objetivo final de este brutal galimatías fue machacar aún más al destituido pueblo de Haiti y destrozar la capacidad de Arístide para gobernar. Su crimen real, desde luego, no fueron los disparates de una elección estilo Florida ni la supuesta “tiranía”… No, Aristide hizo algo peor que rellenar papeletas o matar a la gente, había intentado elevar el salario mínimo a la principesca suma de dos dólares al día. Esto desató la indignación de las corporaciones estadounidenses –y de sus lacayos locales- que durante generaciones habían utilizado Haití como una charca de mano de obra barata consiguiendo beneficios por las nubes. Fue el colmo para las facciones elitistas, una de las cuales está actualmente dirigida por un ciudadano estadounidense, designado en su día por Reagan-Bush, el magnate de la industria Andy Apaid.

Andy Apaid fue el hombre clave de la rapaz “reforma de mercado” de Reagan-Bush puesta en práctica en Haití. Desde luego, “reforma”, en la degradada jerga de los tiburones, significa someter hasta los propios medios de subsistencia y supervivencia al expolio de los intereses de las poderosas corporaciones. Por ejemplo, el plan Reagan-Bush obligó a Haití a levantar las tarifas de importación sobre el arroz, que había sido siempre un producto básico de cultivo local. Después, inundaron Haiti con el arroz estadounidense fuertemente subvencionado, destruyendo el mercado local y dejando sin trabajo a miles de campesinos autosuficientes. Con un mercado ya cautivo, las compañías estadounidenses aumentaron sus precios, extendiendo la ruina y el hambre por toda la sociedad haitiana. Los campesinos sin empleo proporcionaron nueva carne de cañón a las fábricas de Apaid y sus compinches. Reagan y Bush contribuyeron por su parte aboliendo los impuestos a las corporaciones estadounidenses que montaran fábricas de trabajo esclavista. El resultado fue una precipitada caída de los salarios y de la esperanza de vida. La primera elección de Arístide en 1990 amenazó esos cómodos acuerdos, por eso fue debidamente expulsado mediante un golpe militar, con la no tan tácita connivencia de Bush I.

Pero, como decíamos, la ronda más reciente de castigo para Haití fue mediante un asunto profundamente bipartidista:

Bill Clinton restauró en el poder a Arístide en 1994, pero sólo tras haberle forzado a aceptar las “reformas de mercado”. En realidad, fue Clinton, el compinche de las corporaciones, quien instigó el embargo a la ayuda tras las elecciones que Bush II utilizó con efectos tan devastadores. El fallo principal de Arístide como dirigente fue su intento de cumplir las exigencias de ese chantaje bipartidista. Como en cualquier otra nación que cae bajo la égida del FMI, la ya frágil economía haitiana se vino abajo. Pero los provisores de fondos de la familia Bush, como Apaid, empujaron al país al caos total, convirtiéndolo en presa fácil de los señores de la guerra a quienes los operativos de Bush –muchos de ellos veteranos del Irán-Contra-, les suministraron armas a través de la República Dominicana, informa el Boston Globe…

Cuando Arístide llegó a un acuerdo, auspiciado por los dirigentes del Caribe, que le hizo finalmente ceder poder ante la oposición financiada por Bush pero al menos preservar el carácter de la democracia haitiana, Apaid y sus compinches rechazaron la oferta, con las bendiciones de sus pagadores en Washington, que de repente proclamaron que no tenían influencia sobre sus recalcitrantes peones de alquiler…

Y los pistoleros estadounidenses dijeron a Arístide que si no dimitía, le dejarían morir a manos de los rebeldes. Lo que ocurrió después fue que le metieron a empujones en un avión que esperaba y le lanzaron en medio de África. En cuestión de horas, los terroristas apoyados por Bush desfilaban abiertamente por Puerto Príncipe, ejecutando a los seguidores de Arístide.

Imaginen, ya nadie más iba a pedir ahora dos dólares al día, ¿eh? ¡Misión cumplida!

III.-
Desde luego, todo eso sucedió en los malos viejos tiempos, antes de que Barack Obama nos introdujera en una nueva era “post-racial”. Seguramente, este hombre visionario y compasivo, él mismo descendiente de África, pondría ya fin al castigo contra Haití por haberse levantado contra sus amos blancos.

Pero no parece ser así. Como señalé aquí el año pasado, en “Cry, the Unforgiven Country”:

Obama y su “superstar”, la secretaria de Estado Hillary Clinton están defendiendo firmemente la reciente, atroz y brutal farsa con que Washington y Occidente han obsequiado a los engreídos nativos de Haití.

Las elecciones al Senado celebradas este mes por el gobierno impuesto a Haití tras el golpe de Estado de 2004 apoyado por EEUU… consiguieron una cifra de votantes de menos del 10% de los ciudadanos con derecho a voto: un resultado que supone una burla para cualquier noción de democracia popular y legítima. Pero eso no se debe a que los haitianos sean tan perezosos y desinteresados que ni se molestan en ir a votar. Ni tampoco a que se sientan tan satisfechos con la benevolente y paternal atención de sus amos nombrados por EEUU, que consideran que no es necesario permitir que estúpidos desarrollos electorales lleguen a incomodar su bucólica vida.

No, la tasa del 90% de rechazo a votar fue en realidad una acción de protesta masiva, impulsada sobre todo por el hecho de que el gobierno apoyado por EEUU no iba a permitir que el partido más popular –el partido del gobierno derrocado por el golpe de Estado de 2004- presentara su lista de candidatos a las elecciones. Por las buenas o por las malas, a golpe de burocracia, los supervisores de las elecciones haitianas prohibieron que la lista de Fanmi Lavalas se volviera a presentar en febrero. Desde ese momento, las elecciones de abril se convirtieron en letra muerta, una farsa sin sentido, otra nueva broma cruel que le jugaron al pueblo de Haití.

¿Y cómo respondieron los inteligentes progresistas de la nueva administración estadounidense? John Caruso nos lo cuenta:

CLINTON: “EEUU quitó en 1995 una dictadura militar, limpiando el camino para la democracia. Y después de varios años de disputas políticas, normales en cualquier país que pase por una transición, Haití empezó a ver progreso. Y las elecciones nacionales y presidenciales de 2006 hicieron avanzar realmente a Haití hacia la democracia. Lo que el presidente y el primer ministro están persiguiendo es mantener un fuerte compromiso con el gobierno democrático que dará un nuevo paso adelante con las elecciones para el senado del domingo”.

Traduciendo el vulgar dialecto clintoniano: 1) las “disputas políticas” se refieren a la abrumadoramente popular presidencia de Jean Bertrand Aristide, que EEUU, y su quinta columna en Haití, “disputaron” (y socavaron continuamente); 2) Haití “empezó a ver progreso” gracias al golpe contra Aristide en 2004 apoyado por EEUU; y 3) las elecciones de 2006 que “hicieron avanzar realmente a Haití hacia la democracia” excluyeron tanto a Aristide como al candidato preferido del FL en su lugar (el padre Gerard Jean-Juste, encarcelado a partir de acusaciones inventadas por el gobierno apoyado por EEUU para impedir que se presentara), que acabaron con el ascenso de René Preval, quien realmente entendía quién era el jefe y por tanto se merecía una palmadita de Clinton en la cabeza.

Todo eso nos lleva a las elecciones al senado de hoy, en las cuales el “fuerte compromiso haitiano/estadounidense con un gobierno democrático… dará otro paso más” mediante la calculada supresión de gran parte de los candidatos de la lista…

Por eso, el hecho de que EEUU haya venido durante siglos impidiendo un proyecto democrático en Haití, sigue plenamente vigente. Y cualquiera que temiera que nuestro primer presidente negro pudiera ser menos receptivo a la necesidad de aplastar las aspiraciones democráticas de la primera nación negra libre en el hemisferio puede quedarse tranquilo: Obama nunca permitirá que la raza –ni cualquier otra cosa- le detenga de hacer el trabajo sucio del imperio.

Es cierto que ese trabajo sucio se pondrá de nuevo en marcha, y debemos combatirlo, llamar la atención y no permitir que Haití desaparezca de nuevo bajo la sombra imperial. Pero en estos momentos, la preocupación más urgente es el sufrimiento humano en Haití. Por eso, por favor, colabore con los esfuerzos de las organizaciones que le pongo a continuación: Partners in Health y Haiti Emergency Relief Fund, o de cualquier otra que Vd. prefiera.

N. de la T.:

Con fecha 16 de enero, el autor ha añadido la siguiente nota: Para entender mejor el contexto histórico del sufrimiento de Haití, puede leerse este magnífico artículo de Noam Chomsky: “The tragedy of Haiti

Elecciones Chile. Carta abierta a mi pueblo.


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Carta abierta a mi pueblo:

Ana González de Recabarren.

Sentada frente al televisor veo y reviso las noticias que van y vienen, tomo un lápiz y empiezo a sacar cuentas de los votos de uno y otro candidato, cómputos que no me extrañan en absoluto, pero empecé a preocuparme de la segunda vuelta.

Dejé de lado el libro que estoy escribiendo. Nuevamente lo social se impone a lo personal y pensé compartir con ustedes mi reflexión sobre esta nueva vieja encrucijada histórica.

Volví al pasado, a la historia de nuestro pueblo, de la cual, aunque no lo creamos, somos parte. Formamos parte de esas grandes mayorías que en pos de un futuro mejor votamos por Salvador Allende. Hoy esa mayoría debe mantener los ojos bien abiertos, para distinguir a los que quieren el poder para seguir aumentando sus riquezas, como el Tío Rico McPato.

Me duele constatar que no hemos tomado conciencia de los profundos abusos de poder que nos han llevado a dejar inconclusa la batalla que ganamos todos, niños, jóvenes, hombres y mujeres, sacando de La Moneda al dictador, solo que nos limitamos a eso, quedando pendiente ganar la guerra combatiendo la herencia que nos dejaron y la cual nos sigue gobernando.

Nos dicen que esta sociedad es otra, que Chile es un país desarrollado, sin embargo, siguen existiendo los pequeños Cizarro, huérfano de padres y de la sociedad. Nuestros jóvenes en la “pobla” están cada día más hundidos en la pasta base, sin futuro y sin ilusiones. A los “pingüinos”, que nos llenaron de orgullo y esperanza los dejamos solos ¿qué hicimos aparte de mirar desde afuera?, ¿dònde estábamos?, ¿dónde estamos?.

Sin duda que estamos donde los poderosos nos quieren, encadenados a la indiferencia, al individualismo, al consumismo, a colgarle las culpas a otros y no mirarnos a nosotros mismos, a confundir el oro con el oropel. Sí, somos un país distinto, hoy nuestros niños no mendigan un trozo de pan, hoy suplican por un poquito de ternura.

Hoy las instituciones, las organizaciones sociales, los partidos políticos están enfermos, también están donde los poderosos los quieren, desarraigados de su naturaleza, han cortado el cordón umbilical con su esencia, olvidando que, como dijera Allende “..la historia la hacen los pueblos, que con sus trabajadores, estudiantes, profesionales, científicos, los que laboran en todas las ramas del arte y la cultura, los jóvenes, las mujeres, nuestros niños, son los que nos liberarán de las cadenas que nos impiden vivir plenamente”.

Estamos donde los poderosos nos quieren, respondiendo a sus demandas de perdón y olvido. Nos hemos olvidado de las valiosas vidas de hombres, mujeres, jóvenes y niños asesinados, violados, torturados. Hemos olvidado los Hornos de Lonquén, a Lumi Videla arrojada a la Embajada de Italia después de haber sido ultrajada, torturada y asesinada, nos olvidamos de Neltume, de Víctor Jara, José Manuel Parada, Manuel Guerrero, Santiago Nattino, del sacerdote André Jarlán. Nos olvidamos de René Schneider, de Alberto Bachelet, de Carlos Prats y de tantos soldados asesinados por pasarle un cigarro al prisionero. Del niño Rodrigo Anfrunz.

Nos negamos a recordar el asesinato de Reinalda Pereira, embarazada de seis meses a quien torturaron tanto, tanto que suplicaba por el hijo que llevaba en su vientre, al cual quiso salvar diciéndoles que esperaba un hijo. Bastó eso para que la siguieran torturando con más furia, y como no moría tan rápido le colocaron una inyección envenenándola, Aun más el niño siguió vivo dentro del vientre de su madre, como desafiando a los caníbales “dispárenme a mí ahora”.

Nos olvidamos de Miguel Henríquez, que con su claridad política, es muy difícil que se hubiera pronunciado contra sí mismo. Menos en estos tiempos de la historia del país.

En esta nueva vieja encrucijada nos hace falta recordar, revisar la historia y extraer las lecciones que no nos han dejado aprender. Por ejemplo, no recuerdo el año pero también se trataba de elecciones presidenciales. Por esos lejanos días el candidato era don Juan Antonio Ríos, el Partido Comunista de ese entonces acordó integrarse a la campaña nacional y se apersonaron al Comando, manifestando el acuerdo, pero no fueron aceptados. Los dirigentes comunistas no se amedrentaron, tampoco se tiraron al suelo con pataletas infantiles, al contrario tomaron el sartén por el mango y se dedicaron a recorrer Chile, llevando como bandera a Don Juan Antonio Ríos, primando en ello lo que el país necesitaba en esos momentos, parar a la derecha. Lo que vendría después dependería de la capacidad de lucha del pueblo.

Y así continuaron trabajando hasta que el pueblo unido, con porfía y voluntad, siempre mirando la brújula para no desviarse, realizamos la gran epopeya de terciar la banda presidencial a Don Salvador Allende, causando la admiración del mundo entero, pero también el miedo de los poderosos de allá lejos por el norte, y también de los poderosos de este país, El cielo de nuestra Patria fue cubierto por la negra noche del fascismos, matando el alma nacional y asesinando lo mejor de nuestros compatriotas para continuar pisoteando y violando los derechos humanos de la Carta Universal de los Derechos del Hombre.

Pero el pueblo unido volvió a renacer de las cenizas, y como Cristo el Tiberiades caminó seguro por las aguas encrespadas.

Y hoy se nos presenta esta encrucijada, ser o no ser, votar o no votar. Tenemos razón para estar enojados, frustrados, desencantados, desengañados, pero podemos expresarlo y no desaparecerán tu esposo, tu esposa, tus hijos, tus amados. Podemos escupir esta rabia, es más, podemos transformarla en una gran y poderosa fuerza que nos acerque a esa vida en plenitud por la que tantos y tantas lucharon. Es hora de recuperar la memoria, de salir de la burbuja personal y volver a asumir nuestro rol de mayoría activa y transformadora de una sociedad más justa, solidaria y humana.

No podemos permitir que vuelvan a gobernarnos los que han asesinado la Verdad y la Justicia. No debemos darle “la pasá” a la Derecha, no porque sea la Derecha, sino porque está infectada por el virus pinochetista y…… pensemos un poco ¿ustedes creen que los hijos de ellos van a votar en blanco?, ¿ustedes creen que sus hijos no se inscribieron en los registros electorales?. No tienen de dónde sacar más votos y apelan a nuestro desencanto, a nuestras frustraciones, a nuestros desengaños, pero yo no he olvidado que son los mismos que asesinaron a Miguel Enríquez, a Allende, a la Reinalda, a la Lumi Videla, en fin esta carta no terminaría nunca si recuerdo en ella a todos los mártires que hoy tanta falta nos hacen en el hogar, en la calle, en la universidad, en el arte, en el canto, en el partido socialista, comunista, demócrata cristiano, el Movimiento de Izquierda Revolucionario,

Por todas las humillaciones, por todas las burlas, por todas nuestras frustraciones, por todos nuestros desengaños, por todos los que han abusado en nuestras propias filas, por los que nos roban la Verdad y la Justicia, por todos los chantas que pululan en las organizaciones que más parecen infiltrados que amigos, por los lobos piel de cordero, por los enemigos y explotadores de los trabajadores, por los que han hundido a nuestros amados jóvenes e el alcohol y la droga, por los que nos mojan y apalean en las marchas, por todas las jóvenes Músicas, no les demos en el gusto, por los profesores humillados, por Allende, por el padre de Eduardo Frei, querámoslo o no son dos Presidentes de Chile, Allende que se inmoló y no les dio en el gusto que lo asesinaran y Eduardo Frei que lo asesinaron tan brutalmente como asesinaron a los 119, a los de Lonquén, Mulchén, Caravana de la Muerte y no olvido a la valiente Arcadia Flores.

A estos que se creen dueños de nuestras vidas, si no me crees mírate las cadenas que llevas en tus tobillos. De ti, de nosotros depende que en honor a todos los que ya no están, y de todos los que estamos que pareciera que no hacemos Patria, démosle una lección pedagógica a quienes nos creen ignorantes (por no decir huevincas).

Marco, por tu voz brotó la voz de muchos de nosotros, continúa tu accionar para adelante, tienes mucho por ganar, más aún eres ya un ganador, lo mismo va para Alvaro Escobar. Al pueblo nunca se le han dado las cosas fáciles, los triunfos de nuestro pueblo se han hecho realidad con trabajo, constancia, con los ojos abiertos no confundiendo el oro con el oropel. En esta jornada tan impredecible, difícil pero no imposible, termina generosamente tu Lección Pedagógica a la Patria que como yo tanto amamos. Si otros no se pegan la cachá no importa, quiero ver a mi pueblo alegre como cuando gana la Chile o el Colo-Colo tomàndose las calles de la Patria, bailando, cantando, celebrando a la selección.

No le hagamos el juego a la selección anti nacional que quiere quedarse con la copa. Lección Pedagógica genial para tu pueblo, que a pesar de todo, pero por todo lo vivido, tengo la esperanza de que estemos aprendiendo a marchar por las anchas alamedas con una clara consigna ¡la Derecha no pasará!

“Que salga del corazón
de los hombres jornaleros
que antes de ser hombres son
y han sido niños jornaleros”

(Del poema “El Niño Jornalero”
De Miguel Hernández)

AYUDA A HAITI.


Terremoto Haiti 2010


Terremoto Haiti 2010
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Si verdaderamente queremos ayudar a este país devastado, debemos cesar los intentos de controlarlo y explotarlo.
Nuestro papel en el trance haitiano


Pete Hallward, The Guardian.

Cualquier gran ciudad del mundo habría sufrido daños considerables por un terremoto como el que asoló la capital haitiana en la tarde del martes, pero no es ningún accidente que buena parte de la ciudad de Puerto Príncipe parezca ahora una zona de guerra. Gran parte de la devastación causada por la más reciente y desastrosa calamidad que ha golpeado a Haití se comprende mejor como el resultado de una larga e infame secuencia de acontecimientos históricos causados por el hombre.

El país ya ha tenido que enfrentar más catástrofes de las que en justicia le corresponden. Cientos de personas perecieron en Puerto Príncipe por un terremoto en junio de 1770, y el gigantesco terremoto del 7 de mayo de 1842 pudo matar a 10.000 personas solamente en la ciudad norteña de Cabo Haitiano. Los huracanes golpean a la isla con regularidad, los más recientes en 2004 y 2008; las tormentas del año 2008 inundaron la ciudad de Gonaives y destruyeron la mayor parte de su frágil infraestructura, matando a más de mil personas y destruyendo varios miles de viviendas. La extensión del actual desastre puede que no se conozca hasta dentro de varias semanas. Incluso reparaciones mínimas pueden tardar años en completarse, y el impacto a largo plazo es incalculable.

Sin embargo, lo que ya está bastante claro es que ese impacto será el resultado de un proceso histórico aún más largo de debilitamiento y empobrecimiento deliberado. Haití se suele describir rutinariamente como “el país más pobre del hemisferio occidental”. Esa pobreza es el legado directo del que tal vez haya sido el sistema de explotación colonial más brutal de la historia, agravado por decenios de sistemática opresión poscolonial.

La noble “comunidad internacional” que en estos momentos se prepara con gran estruendo para enviar su “ayuda humanitaria” a Haití es en gran parte responsable de la extensión del sufrimiento que ahora quiere aliviar. Desde la invasión y ocupación norteamericana de 1925, cada tentativa política seria de permitir que el pueblo haitiano pudiera pasar (en la frase del anterior presidente Aristide) “de la miseria absoluta a la pobreza digna”, ha sido bloqueado deliberada y violentamente por el gobierno de EEUU y algunos de sus aliados.

El propio gobierno de Aristide (elegido aproximadamente por el 75% del electorado) fue la última víctima de esa injerencia al ser derrocado en 2004 por un golpe patrocinado internacionalmente en el año 2004, que mató a varios miles de personas y dejó gran parte del país hundida en resentimiento. Las ONU ha mantenido en el país desde entonces una enorme y muy onerosa fuerza militar de pacificación.

Haití es hoy un país donde, según el mejor estudio disponible, cerca de 75% de la población “vive con menos de 2 dólares al día, y el 56% -cuatro millones y medio de personas– vive con menos de 1 dólar diario”. Decenios de “ajuste” neoliberal e intervención neoimperial han despojado al país de cualquier porción significativa de capacidad para invertir en su pueblo o regular su economía. Condiciones punitivas de comercio y financiación internacional garantizan la permanencia, en un futuro previsible, de esa indigencia e impotencia como hechos estructurales de la vida haitiana.

Es exactamente esa pobreza e impotencia lo que explica la extensión del actual horror en Puerto Príncipe. Desde los últimos años de la década de los 70, un implacable asalto neoliberal a la economía agraria de Haití ha obligado a decenas de miles de pequeños agricultores a trasladarse a viviendas informales y deficientes, a menudo encaramadas en las faldas de barrancos deforestados. La selección de la gente que vive en tales lugares no es en si misma más “natural” o accidental que la extensión de las heridas que ha sufrido.

Como indica Brian Concannon, director del Instituto por la Justicia y Democracia en Haití, “esa gente llegó a esos lugares porque ellos o sus padres fueron expulsados intencionadamente de las áreas rurales por políticas de ayuda y de comercio diseñadas específicamente con la intención de crear en las ciudades una fuerza de trabajo cautiva, y por lo tanto fácil de explotar; por definición se trata de gente que no cuenta con los medios para construir casas resistentes a los terremotos”. Entretanto, la infraestructura básica de la ciudad –agua corriente, electricidad, carreteras, etc– permanece deplorablemente inadecuada, a menudo inexistente. La capacidad del gobierno para movilizar cualquier tipo de ayuda contra catástrofes es prácticamente nula.

La comunidad internacional ha gobernado efectivamente Haití desde el golpe de 2004. Los mismos países que ahora alardean con el envío de ayuda de emergencia a Haití han votado sin embargo consistentemente, durante los últimos 5 años, contra cualquier extensión del mandato de la misión de la ONU más allá de sus objetivos estrictamente militares. Propuestas para desviar parte de de estas “inversiones” hacia programas para la reducción de la pobreza o el desarrollo agrario se han bloquedado, en consonancia con las pautas de largo plazo que siguen caracterizando la “ayuda” internacional.

Las mismas tormentas que mataron a tanta gente en 2008 golpearon a Cuba con la misma fuerza, pero aquí dejaron solamente 4 muertos. Cuba ha eludido los peores efectos de las “reforma” neoliberales y su gobierno conserva la capacidad de defender a su pueblo contra los desastres naturales. Si queremos seriamente ayudar a Haití a salir de su última crisis, deberíamos tomar en consideración esos resultados. Juntamente con el envío de ayuda de emergencia, deberíamos preguntarnos qué podemos hacer para favorecer el fortalecimiento de la autodeterminación del pueblo de Haití y sus instituciones públicas. Si queremos en serio ayudar, tenemos que dejar de intentar controlar el gobierno haitiano, pacificar a sus ciudadanos, y explotar su economía. Y luego tendremos que empezar a pagar al menos una parte del destrozo que ya hemos causado.

Incidente con el gobierno cubano. El extraño concepto de libertad de Luis Yáñez-Barnuevo

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Respuesta a un artículo del diputado socialista
El extraño concepto de libertad de Luis Yáñez-Barnuevo

Pascual Serrano, Carlos Fernández Liria, Belén Gopegui y Santiago Alba, Rebelión.

 El pasado 9 de enero escribía en Público el eurodiputado Luis Yáñez-Barnuevo su posición respecto al incidente con el gobierno cubano que no le permitió entrar a la isla. Yáñez comienza con una oda a a libertad:

Desde muy joven sentí que la libertad era una necesidad vital del ser humano que se valora especialmente cuando no se tiene, y entonces en España carecíamos de libertad. Ingresé en el clandestino PSOE en 1962, con 19 años, para luchar por la libertad. Quiero decir con ello que un demócrata, antes que socialista, popular, liberal, cristiano o de cualquier ideología, debe ser un defensor de las libertades.

Para, a continuación, acusar a Cuba:

Por todo ello, para mí la lucha contra la patología totalitaria de la derecha –que es el fascismo– y la patología totalitaria de la izquierda –que es el comunismo cuando llega al poder– es la misma lucha. No hay socialismo sin libertad pero es que, además, el comunismo en el poder empobreció, y empobrece, las condiciones materiales de sus pueblos, además de privarles de la libertad.

Y propone:

¿No podríamos PP, PSOE, IU, PNV y CiU mantenernos unidos en la defensa de la libertad allí donde se conculca, sea cual sea el disfraz que adopten los liberticidas?

Me pregunto de qué libertad habla el eurodiputado socialista: ¿La libertad de Cuba para poder comerciar con el resto del mundo? ¿La de poder comprar medicinas y tecnología médica? ¿La de poder recibir sin limitaciones las visitas de sus familiares residentes en Estados Unidos? Imaginemos, por ejemplo, un ciudadanos somalí en la Gran Vía madrileña. ¿Qué libertad tiene? Será encerrado en un centro de internamiento para emigrantes si no dispone de papeles. No puede buscar trabajo. Si no tiene dinero, ¿dónde está su libertad para viajar? O para tener una vivienda donde no morirse de frío, ¿puede ser libre sin dinero para comer? Si no le enseñaron a leer, ¿es libre para informarse? Y en nuestro país, ¿acaso no existen ciudadanos sin libertad para para presentarse a las elecciones? ¿No existe ningún partido ilegalizado ni ningún periódico cerrado? ¿Somos libres los españoles para poder criticar al rey -y toda la familia real y el príncipe-? ¿Libres para pedir transparencia en sus negocios? ¿O acaso esas críticas no son castigadas en nuestro país con pena de prisión que puede llegar hasta dos años? (Arts. 490.3 y 491.2 del Código Penal) ¿Es libertad la tortura y los malos tratos policiales denunciados en el informe anual de Amnistía Internacional? ¿Eran libres los presos secuestrados por la CIA que pasaron por nuestros aeropuertos? No escribió nada en la prensa Luis Yáñez cuando hace unos años el viceministro cubano de Educación, Rodolfo Alarcón, no pudo entrar a España invitado por la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE). Ni tampoco cuando, durante la Cumbre de Jefes de Estado de la Unión Europea en Barcelona, ocho autobuses fueron bloqueados en la frontera con Francia y al menos ocho mil personas se quedaron sin poder entrar en España, según denunció entonces la organización ATTAC.

Al hilo de su impedimento para entrar en Cuba dice Yáñez que “altas autoridades del poder cubano entran sin problemas en Europa y realizan su agenda en el Parlamento Europeo sin la menor cortapisa. Esa es la grandeza de la democracia”. En cambio no pueden entrar en Estados Unidos, ni siquiera en varias ocasiones al edificio de la ONU en Nueva York. ¿Dirá el eurodiputado que no hay democracia, por tanto, en Estados Unidos? ¿Irá allí también a protestar? Y Europa, ¿deja entrar a seres humanos del Tercer Mundo cuando no son “altas autoridades del gobierno”? ¿dónde queda entonces la libertad que proclama?

En su concepto de libertad, Yáñez habla de “poner a las personas por delante de abstracciones como la Patria, el Partido, Dios, la Revolución o las Ideologías”. Como señaló Salvador López Arnal en rebelion.org, ¿por qué el eurodiputado no incluye entre estas abstracciones el mercado, el capital, el máximo beneficio empresarial, la rentabilidad, la competitividad y términos afines? ¿O es que quizás -en su socialismo- esos sí van por delante de la libertad?

Dice también que ha “condenado el golpe de Estado en Honduras en este mismo periódico, porque era y es un gravísimo atentado contra la democracia y la soberanía popular”. Pero no mostró interés por ir a ese país a reunirse con los opositores, quizás porque algunos están en prisión, otros asesinados y su presidente legítimo asilado en una embajada.

No puede estar exento de contradicciones un artículo como el de Yáñez que afirma algunas tan absurdas como que “yo no había organizado ninguna cita o reunión en Cuba, pero sí 'pensaba' (¿leyeron en mi cerebro?) llamar a algunos de mis amigos como Manuel Cuesta Murúa, líder de la Corriente Progresista de Cuba, miembro de la Internacional Socialista, o Elisardo Sánchez, presidente de la comisión cubana de Derechos Humanos”. No había organizado ninguna cita ni reunión pero sí iba a llamar a algunos opositores. ¿Iba hasta La Habana para llamarlos porque no podía hacerlo desde Madrid? Y puestos a preocuparse por la libertad en Cuba, ¿por qué no se planteó visitar la prisión de Guantánamo? O al menos intentar llamarles también.

Al señor Yáñez-Barnuevo le importa un pimiento la libertad de la que tanto habla. Por eso no ha intentado viajar a Gaza, ni a Bagdad, ni a los campos de refugiados en Afganistán, ni a Arabia Saudí, ni a Marruecos ni a ningún otro país de África, de esos que disfrutan de un “marco de libertades” como el que propone para Cuba.

Termina el eurodiputado afirmando que “el futuro de Cuba le corresponde decidirlo a los cubanos. Desde fuera, a los que tenemos a Cuba en el corazón nos toca expresarles nuestra solidaridad y simpatía”. Quizás lo que le moleste es que no le dejen expresar su solidaridad de la misma manera que se la estamos expresando a los afganos. Y sí, estamos de acuerdo: el futuro de Cuba, como país soberano que es, le corresponde decidirlo a los cubanos. El futuro y el presente, habrá que añadir, y precisamente desde esa soberanía han decidido no aceptar una presencia que consideran inoportuna.