Arcadi Oliveras. “El lema válido del capitalismo es privatizar los beneficios y socializar las pérdidas.”


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Montse Sintas, Periodista (Cáritas)

Una no se puede restar indiferente escuchando los argumentos claros y contundentes de Arcadi Oliveres, profesor de Economía Aplicada a la Universidad Autónoma de Barcelona, reconocido defensor de los derechos humanos, de la justicia social y de la no violencia.

Especialmente, cuando se indigna por la tacañería de los Estados a la hora de destinar el 0,7 del PIB en los países empobrecidos mientras sacan dinero escondido para que los bancos no quiebren. Era, es, dinero de todos que no ayuda a los que de veras lo necesitan.

¿Qué opina como economista de un sistema económico que entra en crisis de manera cíclica?

Efectivamente el capitalismo entra en crisis económica porque lo que se pretende es maximizar el beneficio. Por eso llega un momento en que ya no se pueden hacer más beneficios, y bajan, y entonces los inversores dejan de invertir y se generan situaciones de dificultad y de paro. Particularmente opino que el capitalismo es un sistema económico que no responde a la definición básica de economía. A mí me enseñaron en la Facultad que la economía es aquella ciencia que intenta administrar los recursos que nos venden dados por la naturaleza para transformarlos, y con su transformación obtener bienes y servicios que satisfagan necesidades humanas.
Y si hemos de entender de esta modo es evidente que el capitalismo no cumple las normas de la economía. Tenemos un capitalismo a nivel mundial y vemos cómo las tres cuartas partes de la población mundial no ven cubiertas sus necesidades. Por tanto, es un sistema que no funciona y que está herido desde su nacimiento.

Nuestros gobernantes nos animaron a consumir con el fin de contrarrestar los efectos de la crisis ...

A mí me da mucho miedo que nuestros dirigentes llamen a aumentar el consumo. Pienso que, precisamente, una crisis como la actual nos ofrece un muy buen momento de reflexión para pensar si tenemos que continuar con un sistema que lo que pretende es, cada vez más, abusar de los recursos, abusar de los límites del planeta y, en definitiva, ir hacia una situación que será realmente dificultosa para las próximas generaciones, o tenemos que pensar en alternativas como, por ejemplo, el decrecimiento. Evidentemente, si tenemos que consumir un poco menos y eso quiere decir apretarnos el cinturón, es de justicia que los privilegiados del Primer Mundo (que no son todos, y en Cáritas lo sabéis bien) seamos los primeros en llevarlo a cabo. Lógicamente los más ricos deben apretarse más el cinturón que los demás. Pero pienso que, razonablemente, nunca debe hacerse una llamada a aumentar el consumo porque eso quiere decir, todavía más, potenciar nuestro sistema abusivo de bienestar y de derroche de los recursos.

En Cataluña hemos pasado de ser una sociedad industrial a una sociedad de servicios. Se dice que la industria automovilística está en crisis. ¿Hacia dónde habría que ir para crear ocupación?

Bueno, es evidente que la sociedad catalana y también la española han pasado a ser una sociedad de servicios. Tendríamos que aprender de lo que ha pasado a otros países. Recuerdo cuándo en Valencia se instaló la fábrica Ford (por cierto, la misma fábrica desmontada de Alemania que se había trasladado aquí). Todos los países en un momento dado de su crecimiento sacan determinadas industrias que son intensivas y de mano de obra y buscan nuevas vías, en la tecnología, por ejemplo. Alemania superó aquella situación y buscó nuevos mercados: la robótica, la informática. En el Estado español podría ser la respuesta pero no lo es.

¿Por qué?

Porque entrar en nuevos sectores significa haber realizado una investigación científica previa muy importante y en el Estado español la búsqueda científica es la parienta pobre. Se gasta muy poco en investigación y, además, desde Justicia y Pau hemos denunciado que una parte importante de la investigación es de carácter militar. Hay que cambiar el planteamiento. Por otra parte, no creo que las industrias automovilísticas estén en crisis. SEAT presentó, el año 2008, un ERO que afecta a 4.500 personas y, ahora, en enero del 2009, un segundo expediente de regulación que afecta a 5.300 personas. Sin embargo,en el año 2007 obtuvo unos beneficios de 4.300 millones de euros. ¿Con qué razón puede decir ahora esta empresa que no necesita a los trabajadores? ¿Sólo para maximizar sus beneficios? Yo lo que haría seria vigilar muy de cerca a estas empresas.

Y no lo hacen ...

En vez de eso los gobiernos las subvencionan. Como los 40.000 millones de pesetas que el Gobierno de la Generalitat dio a SEAT hace unos años para que se mantuviera aquí. Si ahora SEAT se fuera, estoy seguro de que no se atreverían a reclamárselos. En conjunto todo hace un poco de miedo y de pena. Que el señor Montilla tenga que ir al Japón a pedir que no cierren los de Nissan y, después, esos mismos de la Nissan todavía dicen que no es seguro de que no haya despidos. Mire, a toda esta gente, controlada y se acabó.

Algún economista ha llegado a justificar la necesidad de que haya crisis cíclicas porque así el sistema expulsa los que no pueden seguir, a los más débiles ...

Pues este economista no tiene derecho a llamarse economista..Me remito al concepto de economía. Quien dice eso respeta muy poco la dignidad humana. Y el economista que no respeta la dignidad humana no merece el nombre de economista. Sus argumentos para mí no tienen ningún tipo de credibilidad.

¿Cómo interpreta que pese a la bonanza económica de los últimos años no se haya reducido la pobreza tal y como evidencia el último informe FOESSA sobre la realidad social española?

Porque el capitalismo puede llegar a servir para producir pero nunca para distribuir. Y cuándo se trata de distribuir, siempre acaba favoreciendo el más rico, tanto en fiscalidad, los impuestos, los beneficios, como incluso en situación de crisis: lo que se hace es proteger los poderosos para que no quiebren y en cambio, dejar desprotegidos aquéllos que son más débiles. Yo pienso que en el capitalismo sólo es válido un único lema "privatizar los beneficios y socializar las pérdidas".

El decrecimiento que antes apuntaba, ¿puede contribuir a repartir mejor la riqueza?

Considero imprescindible avanzar hacia el decrecimiento. Lo que ocurre es que los políticos que toman decisiones y los empresarios no se lo plantean. Parece que estén todos imbuidos de una misma idea: maximizar cada vez más las ganancias, la producción, las exportaciones, sin tener en cuenta que lo que importa es la calidad de vida de la gente. Pero tal como están las cosas y tal como actúan los medios de comunicación, predicar una cosa de este estilo puede resultar incluso contraproducente. Estoy seguro que si se presenta un candidato, del partido que sea, diciendo que lo que quiere es reducir el PIB y la renta per cápita, lo que conseguirá es que no lo voten.

¿Qué hay que hacer, pues?

Una pedagogía muy importante. Ser conscientes de que los recursos del planeta son limitados. Los que viven en el Tercer Mundo y los pobres del Primer Mundo tienen derecho también a adquirir estos bienes y, por lo tanto, hace falta reducir nuestro crecimiento. No todo el mundo, por descontado, porque todavía hay gente que tiene que seguir creciendo y no le podemos aplicar el decrecimiento. Pero hay muchos países industrializados en donde tendría que empezar a imponer de forma radical.

Desde 1970, cuando las Naciones Unidas pidieron que los países ricos del mundo destinaran el 0,7% de su PIB en países en vías de desarrollo, sólo cinco países lo hacen. ¿Cómo lo valora?

Como una vergüenza. Ya desde los inicios en Justicia y Pau nos apuntamos a esta campaña, con Joan Gomis al frente. Después de veintisiete años en que eso no se ha conseguido esto, ahora el señor Rodríguez Zapatero es capaz de dar a finales del año pasado una inyección de dinero a los bancos de 50.000 millones de euros, exactamente nueve veces el 0,7%. Es decepcionante que en tantos años no se haya conseguido y que ahora la ayuda vaya a los bancos, cuyos directivos tienen más bien sueldos astronómicos y cuyos negocios son, en ocasiones, dudosos. Es escandaloso.

Pese a ello, sigue creyendo que otro mundo es posible.

Sin duda, necesario y urgente. Porque lo que tenemos ahora es extraordinariamente injusto. Sólo hay que recordar el dato que recientemente hacía pública la FAO: 950 millones de personas que pasan hambre en el mundo. Y los 66.000 muertos diarios de hambre. Pero eso no es noticia desgraciadamente, sólo es una estadística.

¿Qué es el decrecimiento?

Una corriente de pensamiento político, económica y social favorable a la disminución regular de la producción económica. El objetivo es establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, y entre los propios seres humanos. Georgescu-Roegen, Latouche y Gorz lo defienden.

1 comentario:

  1. Anónimo5:18 p. m.

    Quisieramos saber que opinion os merecen la intrusión de los departamentos de marketing y
    publicidad en los medios de comunicación .Los
    m edios de comunicación tradicionales hacen pasar
    a un directivo empreario por un indigente para sacar ganacias promocionando ongs sociales Pedro Monasterio Cavanilles es Pedro Cluster que pretende dar voz a todos los sin techo desnmascarado por los voluntarios de Madrid y
    algunos estudiantes de colegios Mayores

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